Uno de los grandes desafíos de las relaciones a largo plazo es cuidar que el amor no se pierda en la cotidianidad, ya que la indiferencia es más dañina que el conflicto. El psicólogo estadounidense Phil McGraw tiene algunas ideas para mantener viva la relación de pareja.
Exprese aprecio y amor
Hay personas que piensan: “Mi pareja no se puede quejar. Lo que hago, lo hago para él (ella)”. Pero para la mayoría, en el curso de un matrimonio, eso es muy poco. No se refrene y exprese sus sentimientos por los demás a través de pequeños gestos. Porque lo que al inicio para los enamorados es obvio, se va perdiendo en el día a día. Cada mañana piense cómo puede brindarle un detalle especial a su esposo o esposa durante el transcurso del día. Abra la puerta una vez más después de despedirse y diga que desde ya se alegra por esta tarde. Comparta con su pareja y llame durante el día, y pregunte: “¿Cómo te fue con el odontólogo?”. O, simplemente limpie los zapatos de su esposo o esposa. A veces son los pequeños gestos los que mantienen viva la llama del amor en el diario vivir.
Usted es responsable de su propia felicidad
Está en la naturaleza de las cosas que un matrimonio con el tiempo pierda su atractivo, según el psicólogo McGraw. De ese modo crece la insatisfacción. Así que en vez de esperar que su pareja cambie repentinamente, conviértase usted mismo en alguien activo. Escriba solo para usted lo que por ahora le desagrada de su matrimonio: “1. Hablamos mucho sobre cosas del trabajo. 2. Tenemos muy poco sexo. 3. Mi pareja subestima mi problema de las rodillas…” Una vez hecho esto, cambie su “lista de quejas” por una lista de cosas por hacer, en la que por cada punto anote al menos dos ideas sobre lo que usted mismo puede cambiar. Algo así como: “Puedo proponer otros temas de conversación”, o “Esta noche sorprendo a mi pareja con boletos pare el cine”. En fin, cambie su propio comportamiento. Así se resolverán algunos problemas en la medida de lo posible y usted no necesitará una charla de crisis.
Ciude la amistad con su esposo (a)
Después de años de matrimonio, algunos piensan: “Lo que mi pareja ya no puede entregar, eso lo consigo de mis amigos o amigas”. Pero de esa manera usted corre el riesgo de perder, puesto que si otras relaciones llegan a ser más importantes, el matrimonio se verá descuidado.
Invierta intencionalmente en la amistad con su cónyuge. Hagan algo en lugar de simplemente pasar juntos frente al televisor. Hablen sobre lo que les hace bien cuando se reúnen con sus amigos más cercanos. Por ejemplo: “Disfruto el hecho de que con Claudia me puedo reír a menudo”, o “…que puedo escalar una montaña con Tomás, sin decir una palabra”. Piense cómo usted puede integrar en su relación de pareja elementos valiosos de sus amistades. Tal vez también pueden reírse juntos si van a un teatro. O disfrutar algo sin decir una palabra, como por ejemplo, ir a nadar juntos en un balneario en el verano.
Vuelva a conocer a su pareja
A lo largo de un matrimonio de muchos años se tiene la sensación de conocer al otro a la perfección. Pero tal vez su pareja ha cambiado en algunos puntos y usted ni se ha enterado.
Tome las siguientes preguntas como sugerencia para volver a despertar la curiosidad del uno por el otro. Es mejor que usted conteste primero las preguntas para sí y luego se las plantee a su esposo o esposa.
No se excluyen las sorpresas…
- ¿Cuáles tres personas, fuera de la familia, son para ti las más importantes?
- ¿Para qué te gustaría tener más tiempo?
- ¿Qué quieres experimentar necesariamente aún en tu vida?
- ¿Qué es a lo que más le tienes miedo?
- ¿Qué te gusta de tu trabajo, y qué no?
- ¿Cuáles son tus metas profesionales?
- ¿Qué es lo más importante para ti en las vacaciones?
- ¿Con qué aspecto de tu apariencia física no estás satisfecho?
- ¿Cuál es tu postura política en la actualidad?
- ¿Qué significado tiene para ti la fe?
Autora: Miriam Hinrichs
Fuente: Jesus.ch / simplify.de
Traducido por: José Luis García